En un lugar del insti- de cuyo nombre no quieres ni acordarte- estudia un alumnado de los de móvil en la mano, mochila llena al hombro, gorra coronada y gráciles zapatillas. Frisa la edad de más o menos 15 anos, poco madrugador y muy amigo de las redes sociales.
Il. FERNANDO VICENTE |
Es, pues, de saber , que este, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año) se daba en navegar por internet con tanta afición y gusto, que casi olvidó de todo punto el ejercicio del estudio, y aún más la organización de su vida, y llegó a tanto su desatino en esto, que llegó a prescindir de otros placeres.
En efecto, perdido el seso completamente, vino en dar en el más extraño pensamiento que jamás vio el mundo, y fue que le pareció conveniente y necesario, así para el aumento de su honra, como para el servicio de su clase, hacerse caballero navegante, e irse por toda la red con su móvil y papel a buscar aventuras, y a ejercitarse en todo aquello que dice dominar, exponiéndose, en ocasiones, a peligros, donde cobrase eterno nombre y fama.
Donde se cuenta la graciosa manera para poder armarse caballero navegante
Para adquirir tal magnificencia, toma tu movilantes,- ahora smartphone- procúrate un escudero y lánzate a la búsqueda. Durante las próximas cinco jornadas deberás resolver los 24 entuertos que te vas a encontrar, todos ellos referidos a Shakespeare y Cervantes. No habrá dineros, pero si agasajos muy ingeniosos a los tres paladines que atoparen pronta y fidedigna respuesta.
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